Tampa, FLA. (WFLA/Tampa Hoy) – Un pequeño puesto de venta de comida mexicana en una concurrida avenida de Tarpon Springs no ha logrado mantener sus puertas abiertas regularmente porque su dueña, la activista Isaret Jeffers, ya no se siente segura en el lugar. “Jamás me había tocado un acoso tan violento, tan violento en mi persona. Que me lo dijeran directamente, que acosaran directamente”.
Desde su casa, Isaret nos contó que tres semanas atrás un hombre llegó a su negocio, ordenó comida y se sentó por un largo rato hasta que de pronto “…ese mismo día él me dijo, es tu día de suerte, de conocerme”.
En ese entonces pensó que solo se trataba de un hecho sin importancia. Pero luego descubrió que el presunto acosador había tomado su número celular de un pequeño pizarrón que tiene en el negocio para órdenes telefónicas. Fue alli el verdadero principio de su pesadilla. “Me llamaba, mandaba mensajes (…) me invitaba a salir y yo le decía que no (…) A veces venía, y solamente estaba parado allí y solamente estaba parado mirando, él no entendía la palabra no”.
A pesar de decirle que no, las cosas comenzaron a complicarse, primero con mensajes de texto “…una mexicana basura, una mexicana mediocre, una mexicana que mexicana había nacido y que mexicana me moriría, que mexicana vende tacos”.
Hasta hace una semana, cuando se apareció de nuevo en su negocio. “Él llegó en un momento en el que no había absolutamente nadie y llega y abre una puertica y me dice: Hola mexicana basura (…) te vas a acordar de mÍ, tengo mucho poder, tengo mucho dinero (…) Sucia, me dijo”.
Isaret afirma que intentó en dos ocasiones realizar la denuncia con la policía de Tarpon Springs, pero pese a tener el número de teléfono, los mensajes de texto e incluso la placa del vehículo del hombre, los oficiales le indicaron que no podían hacer nada. “El policía solo dijo que si vuelve a venir nos vuelve a llamar (…) Me sentí tan decepcionada y yo dije que por eso es que la mujer se queda callada. Porque no escuchan”.
El equipo de Noticias Tampa Hoy se trató de comunicar a través de correos electrónicos con el Departamento de Policía de Tarpon Springs y llamadas en múltiples oportunidades, pero hasta el cierre de este reportaje no recibimos una respuesta.