ONDÁN (AP) — Las muertes por sarampión en todo el mundo aumentaron más de un 40% el año pasado y los casos aumentaron después de que los niveles de vacunación cayeron drásticamente durante la pandemia, dijeron el jueves las principales agencias de salud.
La enfermedad altamente infecciosa desencadenó epidemias en 37 países el año pasado, frente a 22 países en 2021. Enfermó a 9 millones de niños y mató a 136,000, la mayoría en los países más pobres, dijeron en un nuevo informe la Organización Mundial de la Salud y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
El número de casos de sarampión también aumentó casi un 20% después de que los niveles de inmunización cayeron a su nivel más bajo en 15 años durante la pandemia, dijeron las agencias.
“El aumento de los brotes de sarampión y las muertes es asombroso, pero desafortunadamente no es inesperado dada la disminución de las tasas de vacunación que hemos visto en los últimos años”, dijo John Vertefeuille de los CDC en un comunicado.
Dos dosis de la vacuna contra el sarampión son altamente protectoras contra la enfermedad. Los niños de los países en desarrollo de África, el sudeste asiático, América Latina y la India corren el mayor riesgo. La OMS y los CDC dijeron que las tasas de inmunización en los países más pobres son de alrededor del 66%, “una tasa que no muestra ninguna recuperación del retroceso durante la pandemia”.
El sarampión es una de las enfermedades más infecciosas conocidas y se propaga en el aire cuando una persona infectada tose o estornuda. Es más común en niños menores de 5 años. Los síntomas incluyen fiebre, tos, secreción nasal y una erupción distintiva.
La mayoría de las muertes se deben a complicaciones como encefalitis, deshidratación grave, problemas respiratorios graves y neumonía. Las complicaciones son más probables en niños pequeños y adultos mayores de 30 años.
La enfermedad también ha aumentado en algunos países ricos en los últimos años. Las autoridades sanitarias británicas advirtieron en julio que existía un riesgo extremadamente alto de brotes en Londres, y algunas zonas de la capital informaron que solo el 40% de los niños estaban vacunados.
Las tasas de inmunización contra el sarampión en el Reino Unido nunca se han recuperado completamente desde que el desacreditado médico británico Andrew Wakefield hizo afirmaciones falsas que vinculaban la vacuna con el autismo hace más de dos décadas. Ningún estudio científico ha confirmado jamás el vínculo, pero la investigación de Wakefield llevó a que millones de padres en todo el mundo abandonaran la inyección.