(The Hill) — Es probable que la Reserva Federal realice recortes significativos en las tasas de interés el próximo año a partir de marzo, según una nueva estimación del UBS Investment Bank.
La desaceleración de la inflación podría permitir una disminución del 2.75% en el tipo de interés a lo largo del año, reduciendo casi a la mitad el tipo actual de casi el 5.5%, dijo la UBS.
La empresa predice que la economía estadounidense caerá en recesión en el segundo trimestre del próximo año, lo que permitirá un recorte de tipos. Los tipos caerán hasta el 1.25% hasta 2025, predicen los expertos del mercado.
Otros pronosticadores, sin embargo, anticipan una caída de sólo el 0.75% a partir del verano, un pronóstico mucho más conservador. Wall Street ha estado dividido a la hora de predecir los movimientos de la Reserva Federal.
El estratega jefe de UBS, Bhanu Baweja, dijo a Bloomberg que la empresa ve todos los signos de un ciclo estándar de recortes de tipos en el horizonte.
“No vemos las condiciones de por qué esta vez es tan diferente”, dijo. “La inflación se está normalizando rápidamente y cuando lleguemos a marzo, la Reserva Federal estará analizando tasas reales que son muy altas”.
La Reserva Federal dejó la tasa de interés sin cambios este mes, la primera vez en aproximadamente dos años que lo hace en dos reuniones consecutivas. Se espera que las tarifas vuelvan a ser las mismas en diciembre.
La inflación anual cayó al 3.7% en septiembre desde su máximo del 9% en junio pasado, aun cuando el gasto de los consumidores, el crecimiento económico y el mercado laboral se mantienen fuertes.
El índice subyacente de precios al consumidor aumentó sólo un 0.2% intermensual en octubre, anunció la Reserva Federal el martes, superando las expectativas de los economistas. La tasa de inflación anual fue del 3.2% en octubre.
Las tasas de interés son más altas que en cualquier otro momento de las últimas dos décadas, disparando los costos de endeudamiento para los compradores de viviendas y propietarios de automóviles, agotando a los titulares de tarjetas de crédito con saldo y haciendo más difícil para los estadounidenses pagar sus deudas.