MIAMI (AP) — Un exembajador de Estados Unidos dijo el jueves que se declarará culpable de los cargos de servir como agente secreto para la Cuba comunista durante décadas, lo que traerá una resolución inesperadamente rápida a un caso que los fiscales describieron como una de las traiciones más descaradas del servicio exterior estadounidense de la historia.

Manuel Rocha, de 73 años, dijo a un juez federal que admitiría cargos federales de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero, cargos que podrían llevarlo tras las rejas durante varios años. Su abogado defensor indicó que los fiscales acordaron una sentencia, pero la duración de esa pena no fue revelada en el tribunal el jueves.

Debe regresar a la corte el 12 de abril.

“Estoy de acuerdo”, dijo Rocha cuando la jueza del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Beth Bloom, le preguntó si deseaba cambiar su declaración de culpabilidad.

Los fiscales alegaron que Rocha participó en “actividades clandestinas” en nombre de Cuba desde al menos 1981, el año en que se unió al servicio exterior de Estados Unidos, incluso reuniéndose con agentes de inteligencia cubanos y proporcionando información falsa a funcionarios del gobierno estadounidense sobre sus contactos.

Las autoridades federales han dicho poco sobre lo que hizo exactamente Rocha para ayudar a Cuba mientras trabajaba para el Departamento de Estado y en una lucrativa carrera posgubernamental que incluyó un período como asesor especial del comandante del Comando Sur de Estados Unidos.

Rocha, cuya carrera de dos décadas como diplomático estadounidense incluyó altos cargos en Bolivia, Argentina y la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, fue arrestado por el FBI en su casa de Miami en diciembre.

En cambio, el caso se basa en gran medida en lo que los fiscales dicen que fueron las propias confesiones de Rocha, hechas durante el año pasado a un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un agente de la inteligencia cubana llamado “Miguel”.

Rocha elogió al fallecido líder cubano Fidel Castro como “Comandante”, calificó a Estados Unidos de “enemigo” y se jactó de su servicio durante más de 40 años como topo cubano en el corazón de los círculos de política exterior estadounidense, dice la denuncia.

“Lo que hemos hecho… es enorme… más que un Grand Slam”, dijo en una de varias conversaciones grabadas en secreto.